jueves, 31 de diciembre de 2015

2015

Llegamos a otro 31, a otro año que se va rapidito.

Este año tuvo muchas, muchísimas cosas. Algunas malas, otras buenas, otras buenísimas. Fue un año un tanto extraño. Laboralmente hablando fue una decepción, estuve meses intentando cambiar de rumbo pero no me queda más que pensar no era mi momento. Fueron muchos meses de esperar que alguien siquiera respondiera a los mails donde mandé currículum tras currículum. Pocos respondieron, y de los que mandaron pruebas, unos me contestaron en junio que estaba aprobada y nunca más se contactaron. Un misterio. Con la cocina no fue mucho mejor el asunto, este año tuve pocos pedidos, aunque debo admitir que tampoco yo me volví loca cocinando o promocionándome, porque quería (quiero) dedicarme a otra cosa. En ese sentido creo que este año le tocaba a mi marido, que cambió de trabajo hace unos meses y le está yendo de diez. Ojo, yo tengo trabajo, pero no es lo que quiero para toda la vida.

En lo académico fueron dos semestres muy diferentes entre sí. El primero fue fabuloso. Las materias fueron geniales y por suerte metí todos los finales a mitad de año. Pero el segundo semestre está dejando mucho que desear. El profesor de una de las materias más importantes es medio muerto de frío, y en general los profesores me están poniendo nerviosa. Casi pierdo una materia pero me enteré hoy que, finalmente, aprobé. Y ahora me quedan en enero los últimos exámenes, antes de dar finales. Casi casi que soy alumna de tercer año. El último año de cursada antes de la tesis.


En algún lugar de la maravillosa Escocia.

Fue un año que afianzó algunas amistades y, lamentablemente, entibió otras. No puedo decir que no estoy decepcionada, aunque el momento de mala onda ya pasó, fueron de personas que no lo esperaba. ¿O quizás sí? Nunca lo sabré. Tampoco me voy a matar averiguando. Hay que preocuparse por las que se quedan, no las que se van.

Nos tuvimos que mudar de nuevo, pero en ese sentido nos salió todo más que bien. Nuestra vecina del otro departamento tenía uno que se liberaba justo para la época que nos teníamos que ir, así que acá estamos. Lo que me apena es que al final ese departamento no se vendió, sino que se lo alquilaron a otros, así que podría decirse que gastamos plata sin sentido. Aunque, no puedo quejarme, este lugar es mucho más lindo.


Nuestros anillitos (de nudos celtas, faltaba más) y la hermosa libretita roja.

Y lo mejor llegó al final. Me casé en noviembre con el hombre que se cruzó en mi camino mágicamente hace 8 años, y no podría ser más feliz. Encima, acabamos de volver de una luna de miel soñada, donde por fin cumplí mi sueño de conocer y pisar suelo celta. ¿Qué mejor manera que despedir el año que esta? A mí no se me ocurre nada. Cabe recordar que en enero también viajé con mi vieja a Europa, conociendo por primera vez un montón de lugares y de personas increíbles que tenía pendientes. Ese viaje me puso feliz por ambas. Mi mamá estaba re contenta.


Toledo. Una de las ciudades españolas que conocí en enero.

2016 te espero. No sé qué vas a traer, no sé qué esperar de vos. Pero yo te espero igual.

A todos los que están ahí leyendo y que me acompañan en esta locura bloggera, muy feliz año nuevo, y que arranquen muy bien el 2016. Coman rico, beban abundante y abracen mucho. ¡SALUD!

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Literario

Cierro el año de lecturas con dos libros que leí durante el viaje. Uno me lo compré en uno de los aeropuertos, y el otro fue uno de los regalos de aniversario que me hizo mi señor marido. Dos cosas completamente diferentes entre sí, debo decir.

Arranco con este, que es el que compré por allá. Primero me llamó la atención el nombre, en parte porque yo misma soy vegetariana y por otro lado, nunca vi novelas que traten de ese tema. Todo lo que tengo son libros de cocina, no más que eso. Otra cosa que captó mi atención fue la descripción de la historia: Una mujer que se rebela contra lo impuesto, empezando por dejar de comer carne, hasta convertirse en un árbol. UN ÁRBOL. Imposible que no quiera leerlo.
El libro empieza relatado por Mr. Cheong, el marido de Yeong-hye que es la que de a poquito se rebela. Primero cuenta que su matrimonio no es nada del otro mundo, que su esposa ni siquiera lo había impactado la primera vez que se vieron, que no tiene nada ella (ni hace nada) que a él le signifique algo especial. En resumidas cuentas, están juntos porque la «vida» así lo quiso, pero no porque un amor descomunal los haya juntado.
Un buen día despierta para encontrar a su esposa tirando toda la carne de la heladera, quien le manifiesta que tuvo un sueño (es todo lo que sabe explicar, porque aparte de todo es una mujer de poquísimas palabras) y que no va a comer carne nunca más. Pero tampoco la va a preparar para él.
Ahí comienza el conflicto del marido, y nosotros somos espectadores de lo que será ser mujer en la sociedad coreana (la escritora es coreana y sus personajes viven en ese mundo), porque el marido no entiende que su esposa deje de hacer las mismas cosas que venía haciendo. Hacerle el desayuno, plancharle la ropa, limpiar la casa. Leemos la sorpresa y la bronca de este tipo que, de pronto, se encuentra con que su esposa, esa mujer que él ya confiesa en las primeras páginas que no ama sino que simplemente está ahí, le desarma la estructura del día a día. «PERO CÓMO ESA MUJER VA A DECIDIR ALGO ASÍ SIN MÁS». Esto es lo que yo (y creo que todos) nos encontramos al principio. Esa cosa de que la mujer tiene que estar siempre disponible para el marido. Hijos no tienen, pero todo lo demás hay que hacerlo. Y eso que ella también trabaja.
Con el correr de las páginas sigue su rebeldía y empeora su salud (porque simplemente deja de ingerir todo lo que venga de un animal, pero tampoco se ocupa de buscar una buena dieta), empieza a perder peso y volverse débil. Y el marido cada vez se pone peor, hasta que decide involucrar a la familia de ella. Donde claro, nadie está de acuerdo y quieren forzarla a cambiar. A volver a lo mismo de antes.
Yo pensaba que este libro se trataba de algo loco, especialmente cuando leí la parte del árbol. Pero la verdad es que se trata de una mujer ordinaria que de repente se rebela contra todo y todos, siguiendo algo que a ella sola se le ocurrió (algo que sueña), sin importarle nadie más. Digo yo, en una sociedad como esa, donde evidentemente las mujeres están para cosas específicas, que de pronto Yeong-hye tome una decisión extraordinaria por su cuenta les rompe el esquema a todos los que la rodean. Y ella sigue con su cometido, sigue yendo para donde la lleva su corazón y sus sueños, hasta un final inevitable.
¿Me gustó el libro? Cuando lo terminé pensé que no. Ahora que lo recuerdo para escribir acá, simplemente diré que no está mal pero tampoco me pareció la quinta maravilla del universo, como vi que le pusieron por ahí. Sí, te muestra que dentro de una sociedad horrenda una persona puede levantarse y hacer lo que quiere, si tiene la fuerza necesaria, por más que nadie (o casi nadie) la acompañe. Pero no me deslumbró. Creo que yo esperaba otra cosa. Y además uno de los relatos me traumó un poco. Ella comienza a recordar cosas de su infancia de vez en cuando y una situación que involucra un perro me llegó mucho, me pegó feo. No lo leería de nuevo. No sé si recomendarlo tampoco, depende de cada uno.

Y acá llega este, que nada que ver. Bruja oscura, el primer tomo de la trilogía de los O'Dwyer.
Este libro está ambientando en Irlanda. Primero nos sitúa en el 1200, donde hay una bruja llamada Sorcha a quien le toca la poco feliz tarea de enfrentarse a un hechicero llamado Cabhan, quien quería poseerla a ella y a su gran poder. Sorcha tiene tres hijos que también comparten las artes de la brujería con ella, que luego heredarán gran parte del poder de su madre, cada uno con un animal que los caracteriza y los defenderá siempre.
Luego nos sitúa en nuestro presente. Iona Sheehan visita por primera vez Irlanda, tierra de sus antepasados, donde va a conocer a sus dos primos, Branna y Connor O'Dwyer.
Imagino que ya lo habrán sospechado, el libro trata sobre la reencarnación de los tres hijos de la poderosa bruja Sorcha. Por supuesto, también está la reencarnación del hechicero Cabhan.
Hay dos historias que van de la mano. Una es la de estos primos que, ahora que están juntos, tienen la tarea de prepararse para el posible enfrentamiento con ese mal que aun está presente. Y por otro, la vida y los sentimientos de Iona, esta chica norteamericana cuyos padres son un tanto indiferentes, querida de verdad sólo por su abuela. De pronto llega a un lugar soñado, como salido de un cuento, donde conoce a sus dos primos quienes les abren las puertas tanto de su corazón como de su casa, consigue un trabajo perfecto para ella y hasta un hombre a quien quiere amar. Uno se encariña con esta chica, tan falta de afecto y que poco sabe de lo que es ser querida, cuando de pronto se encuentra con un aluvión de nuevos sentimientos en los que no tiene mucha experiencia.
Debo decir que me gusta mucho como escribe esta señora Nora Roberts. El libro es muy atrapante, te va llevando por la vida de esta gente, con unas descripciones que por momentos uno siente que está en la cocina de Branna sintiendo los olores de la cena en plena preparación. Además, mientras lo leía yo misma estaba en Irlanda (punto para mi marido, estuvo fino en la elección, que fue a propósito según me dijo después), con lo cual se le sumó una magia extra.
De más está decirles que ahora quiero leer los dos que quedan, para ver cómo sigue esta historia.
Brujas, palabras en gaélico, hechiceros, celtas, tierras irlandesas. Magia. Este libro fue perfecto para mí. Lo recomiendo muchísimo, creo que debe ser (si sigue este ritmo) una trilogía maravillosa.

Me despido del 2015 con estos libros. Ya empecé otro pero ese creo que quedará para el año que viene.

¡A seguir leyendo! :)

martes, 29 de diciembre de 2015

Reino Unido + Éire ~ noviembre/diciembre 2015


¡Hola a todos! Hemos vuelto tras un maravilloso mes recorriendo estas islas, tan llenas de misterios, de historia, de cultura. No me puedo olvidar del morfi, obvio, qué ricas comidas tuve el placer de degustar. Esta vez me la jugué y probé varias cosas de las que comía la Zoqueta, debo decir que ser vegetariano en estas islas es más fácil de lo que es acá en Buenos Aires. ¡Pero ya les contará ella después sobre eso!


Acá en el avión de Ryanair, camino a Irlanda. Quiero que sepan que hubo una turbulencia de puta madre, y tal vez me cagué un poquito encima. Sólo un poco.

La primer para oficial de este viaje (porque en realidad hicimos un día en Madrid, pero estábamos los tres re dormidos y fue sólo para pasar la noche) fue Irlanda del sur, específicamente Dublin. ¡Qué lugar! ¡Qué verdes hermosos! Todo lleno de cultura celta por todos lados. ¿Se dan una idea lo que fue para la Zoqueta todo eso? ¡Se la pasó lagrimeando la boluda! Con esos campos verdes, esa música que se escuchaba en todas partes, esa mística. Lo que sí, me cagué de frío. Miren que yo soy oriundo de la Patagonia y tengo una resistencia natural a las temperaturas bajas, pero Irlanda se va al carajo. Menos mal que a estos les sobraba una bufandita, porque se me congelaba todo, incluyendo mi pitito.


Acá estábamos en las Cliffs of Moher, un lugar zarpado. Zarpado en viento.

Lo que uno se imagina de Irlanda, es lo que es. Campo. Cervezas zarpadas. Pubs con música en vivo. Duendes. Tréboles. Celtas. Todo eso y más, es lo que hay en ese lugar. Hasta yo volví medio turulo por lo celta, debo confesar. 


Este era un parque que estaba cerca del departamento, se llama Phoenix Park. Un lugar gigante e increíble, lleno de deliciosos lindos animalitos, como estos patos, a los que quería morfarme darles un besito.


Bueno, me conformaré con esta palomita.

Tras Irlanda llegó Escocia, donde paramos en la increíble ciudad de Edimburgo. ¡Qué locura! Encima el departamento que encontró la Zoqueta tenía, desde el patio, vista al castillo. Una cosa de locos. La gente muy copada, la ciudad espectacular (llena de muros y pasillitos locos medievales). Y la cerveza, que seguíamos catando, excelente. De hecho en un bar le sirvieron a la Zoque una que era larga como su brazo. Menos mal que estaba yo para acompañarla al departamento, porque entre esta y el Oso tenían un pedo para cuarenta. ¡Si no fuera por mí! ¡Soy un capo!


Acá en la entrada del castillo de Edimbrugo. ¿Qué? ¿No se dice así?

Acá aprovechamos y tomamos tren varias veces para ir a conocer distintas ciudades, como Glasgow (aburrida), Stirling y Leuchars. Ahí cerca de Leuchars hay un lugar que se llama St. Andrews que tiene unas ruinas a orillas del agua que se van al joraca.


Acá está Blackness Castle. Imagino que por dentro debe estar buenísimo, pero la gansa de Zoqueta se olvidó de leer la parte del folleto donde decía "jueves y viernes cerrado". Era jueves.

Lo mejor de todo era que en muchos de los castillos, como hacía tanto frío, no había nadie. Así que prácticamente los alquilamos para nosotros, sacamos muchas fotos boludas y jugamos como nenes. Bueno, yo soy un nene, soy joven. Tengo casi 8 añitos nada más. Los otros dos, dos boludos grandes. Una vergüenza.

Tras dejar atrás la bella Escocia llegó Gales, donde conocimos a las dos personas más buenas del universo: los dueños del departamento que alquilamos. Nos recibieron con tortitas y hasta con el arbolito armado. Lo único malo de Gales fue que no paró de llover un sólo día, el clima se portó medio mal. Pero se compensaba con la bondad de estas dos personas y con el hecho de que vimos unos castillos alucinantes. Y las tortitas galesas. ¡Qué ricas! Nada que ver a la torta galesa que venden acá, que de hecho allá no se llama así (ni tiene nada que ver).


Acá en el castillo de Cardiff, la capital de Gales.


Acá en el mejor castillo de todos, Caerphilly.


¡Mirá mamá, una máquina de matar boludos!

Y finalmente, llegó Londres, donde pasamos los últimos 10 días del viaje, y donde festejamos navidad. La navidad nunca tuvo tanto sentido como en estas tierras frías. Acá en Buenos Aires siguen insistiendo con las comidas calientes y los turrones con chocolate, pero son fiestas de 35°C. Allá sí tiene sentido clavarse un plato de ravioles señora.

De Londres visitamos varios lugares, un poco lleno de gente para mí gusto. Yo soy un bicho  medio antisocial que disfruto la soledad, y chocarme con tanta gente después de tantos días de paz fue extraño. Pero es una ciudad muy copada. También conocimos Salisbury (desde donde fuimos a Stonehenge) y York. York es, sin dudas, la ciudad más linda que vimos en todo el viaje.


Acá en Stonehenge. A juzgar por el viento que había, me parece que los druidas no tenían ganas de muchas visitas ese día. Casi me vuelo a la mierda.


Acá en la catedral de York. Era tan linda que hasta ganas de rezar me entraron. Bueno, no, tanto no.

Fue un mes espectacular conociendo lugares de película. Menos mal que compramos unas valijitas de mano porque nos trajimos de todo, era inevitable. Los locales de chucherías estaban a la orden del día, y con la Zoqueta somos fanas de comprarnos pavadas. De hecho adoptamos dos amigos nuevos, Cai el dragón galés y Joseph el cuervo british de Stonehenge. Pero ya los presentaré en otra ocasión, ahora están tratando de adaptarse al calor porteño y pobrecitos les está costando mucho. ¡Ojalá podamos volver pronto a conocer más rincones de las islas!

¡Saludos y hasta la próxima vacación-aventura!

viernes, 27 de noviembre de 2015

Honeymoon

Llegó el momento de partir con estos zoquetes en su luna de miel, por suerte me pude colar. A la vuelta les voy a traer muchas fotos, anécdotas y risas. ¿Souvenires? Nah, eso se lo piden a la Zoqueta. Yo soy un perro re copado, pero no tengo tanta guita.



¡Hasta dentro de un mes!

jueves, 26 de noviembre de 2015

Literario

El único libro que leí de la japonesa Miyuki Miyabe fue uno sobre un chico que llega a conectarse con un mundo distinto al nuestro, donde tiene muchísimas aventuras. Me gustó mucho la forma en que escribe, sacándome el sombrero ante quien lo tradujo desde ya, regalándonos la posibilidad de poder leer ese libro sin tener que hablar japonés.
Ahora llegó a mis manos este policial, el cual recibí con los brazos bien abiertos y con muchas ganas de leer.

El Susurro del diablo es un libro muy bueno. El personaje principal es un chico que se llama Mamoru, marcado por su pasado (una madre que murió y un padre que se mandó unas cuantas), que vive actualmente con sus tíos y su prima. 
Se suceden varias muertes sospechosas, todas de mujeres, la mayoría aparentes suicidios. Hasta que el accidente de una de esas mujeres involucra al tío de Mamoru, con lo que él también queda ligado a la historia.
No conforme con lo que dicen la policía y los medios, Mamoru decide investigar por su cuenta para ver qué puede encontrar acerca de esta chica y lo extraño del asunto. Y al hacer esto, va a encontrar algo más que la información que estaba buscando.

El libro no es muy largo, está bien contado, bien organizado. Desde que lo empezás a leer te atrapa y te da ganas de seguir leyendo hasta el final. De qué es lo que sucede con esas muertes te enterás un poquito antes de terminarlo, no es el final en sí el descubrir eso, pero el final-final también está muy bueno. No es un libro oscuro, no es tipo los policiales suecos que tienen una descripción minuciosa de las muertes. Lo que busca Miyuki en este caso es llevarnos a encontrar la verdad detrás de esos accidentes, el motivo y la explicación. Las muertes en sí mismas no son las importantes.

Un buen policial, recomendable, que te desenchufa un poco y te relaja porque es sencillo de leer. 

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Literario

Andrzj Sapkowsky es un escritor polaco que creó al maravilloso personaje Geralt de Rivia, el brujo de la saga The Witcher. Sí, ese mismo personaje que ahora tiene "forma", ya que tiene 3 juegos en su haber. El más nuevo, el tercero, es simplemente una maravilla a la vista.
Cuestión que claro, polaco el muchacho, conseguir los libros no es cosa sencilla. Pero cuando los argentinos todavía podíamos pedir cosas de afuera, le compré este a mi novio, regalo para alguno de nuestros aniversarios. Este año decidí darle una oportunidad yo también, que aun no jugué sus juegos, y definitivamente me enamoré de este personaje.

The Last Wish es el primero de una saga de 8 libros, algunos son novelas, otros cuentos cortos, que cuentan la vida de Geralt de Rivia. En este en particular se introduce al personaje, sin contar demasiado de su pasado. Es como si apareciera y ya. Ya de movida sabemos que es un brujo, que es un ser sobrehumano, que es cínico, y que la tiene re clara. No es el típico héroe de las novelas de fantasía y eso le suma más porotos. En estas novelas se presentan algunas cosas importantes de la vida de Geralt, que en las siguientes se seguirán explorando, como la presencia de cierta mujer llamada Yennefer.
El tipo es fascinante. No sé qué tiene, pero fue empezar a leerlo y amarlo por completo. Esa personalidad, esa labia, la forma que tiene de expresarse y de hacer las cosas. Me encanta que no hay que presentar ni explicar nada, él existe en el mundo y también otras razas, como elfos, enanos, monstruos de todos colores. Todo ya existía antes que yo pusiera mis ojos en ese universo. Todo estaba en orden. Todo estaba preparado, esperando que yo apareciera.
Por suerte en breve me espera un viaje en donde ya visualicé una librería que tiene todos los libros siguientes, así que me pienso traer la valija llena. Quiero seguir conociendo a este brujo, todo lo que le rodea y los personajes con los que se irá encontrando en el camino. I just can't get enough of Geralt.

Les dejo un pedacito de mis favoritos:

"People"—Geralt turned his head—"like to invent monsters and monstrosities. Then they seem less monstruous themselves. When they get blind-drunk, cheat, steal, beat their wives, starve an old woman, when they kill a trapped fox with an axe or riddle the last existing unicorn with arrows, they like to think that the Bane entering cottages at daybreak is more monstruous than they are. They feel better then. They find it easier to live."

¿Cómo no amarlo?

Y cuando en los videojuegos te lo representan así:


Dios me salve.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Husband & wife

Llegó nomás ese hermoso 5/11 donde dimos el sí, y ahora somos poseedores de una linda libretita roja. Y por fin nos pudimos poner los anillitos que hacía ya un tiempo esperaban en un estante del modular.
Fue un día de muchas emociones, pero todo salió hermoso. No me salen las palabras exactas para expresar lo que sentí ese día. Un torbellino de emociones que me dejó, todavía, asombrada de que ya haya pasado el momento.
Como dijo mi marido (AY, suena tan raro) antes de que pasara, ingresamos en la segunda temporada de nuestra relación. Esta increíble aventura que ya tiene 8 años de edad, y a la que ahora le agregamos un toque más.
Es cierto y no me canso de decirlo, supimos siempre que lo nuestro nos llevaría, eventualmente, a este momento. No sé si alguno de los que lee esto lo creerá, pero para mí nos reencontramos como en tantas otras vidas. La primera vez que lo vi tuve esa sensación extraña de "esto ya lo viví" y un "al fin te encontré de nuevo". No hay un día que pase en que no esté inmensamente feliz por la persona que tengo al lado, por todo lo que vivimos, y por todo lo que nos queda por vivir. Ir a ese festival celta aquel 3 de noviembre de 2007 fue la mejor decisión de mi vida, después de la de hacerle caso a mi hermano e instalar el Lineage 2. Gracias a ese juego lo reencontré.

Años, convencida de que yo no merecía un amor inolvidable. Que yo nunca iba a sentir esa locura de las películas, ese amor que llega y no se va nunca más. Casi que estaba segura que nunca iba a tocarme a mí. Hasta ahora.

Bienvenidos sean ustedes, también, a la segunda temporada de mi vida.

Y ahora me preparo mentalmente para el tremendo viaje que se nos viene, en tres semanas.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Mrs.

Se acerca una nueva etapa de mi vida de la cual desconozco por completo de qué se trata.
Muchos pensarán que porque llevo muchos años en pareja y buena parte de esos años conviviendo, la transición de ser novios a estar casados es un trámite. Una libretita. Y, en algún punto, hasta yo lo pensaba.
Pero se acerca la fecha y una emoción extraña se va apoderando de mi mente. De pronto caigo que voy a estar casada. CASADA. ¡Yo! La que ya decía que nunca le iba a pasar eso, en parte por las relaciones de recontra mierda maravillosas (sarcasm detected) por las que pasé. Sí, claro, de todo se aprende algo. Pero una de las cosas en las que más firmemente creí a partir de todas las que pasé, era que la posibilidad de llegar a este punto era casi nula.
Pero acá estamos.
En exactamente dos semanas mi estado civil va a ser otro.
DOS FUCKING SEMANAS.

Todo está listo.
La ropa de ambos está comprada, incluyendo accesorios para la dama.
Los zapatos han sido dispuestos en horma para no asesinarme los pies (aunque igual lo hacen, veremos si lograré usarlos).
El registro ha sido reservado, y ya tenemos fecha para los análisis prenupciales.
El restaurant al que iremos a almorzar ese mismo día con nuestras familias y algunos amigos fue reservado hoy, y será señado monetariamente el fin de semana.
Los anillos están esperando en su cajita.

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!

(No grito en serio porque son casi las 12 de la noche y mis vecinos me van a matar).
(Nota: gritar mañana por la mañana).

martes, 13 de octubre de 2015

Literario

Después de mucho tiempo, vuelve a mis manos otro libro con andanzas de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist.
«Momentito», dirán algunos, «¿Stieg Larsson no murió en el 2004?». Claro que sí, mi estimado inspector de la verdad. El escritor de la trilogía original de Millenium (una joya obligada en biblioteca, especialmente para amantes del género policial negro) murió tras entregarle a su editor el tercer volumen de la saga. Un hombre que, evidentemente, no llegó a enterarse de lo millonario que se volvería. Los que sí disfrutaron esta billeteada tremenda fueron su esposa, su padre y su hermano.
Stieg tenía en mente una saga de diez libros. Sólo llegó a terminar 3 y a tirar unas 200 páginas de la cuarta entrega. Y acá es donde entra en juego este señor (también sueco) llamado David Langercrantz, un escritor de gran experiencia que se subió al barco y se toma el trabajo de seguir con esta maravillosa saga.

Ante todo quiero aclarar (para quien no lo sepa) que no tengo memoria fotográfica. Es más, creo firmemente que mi cerebro va borrando información vieja para dejar lugar a las cosas nuevas, por lo que me pasa a menudo que olvido detalles de los libros que leo. Es más, a veces me olvido por completo de los mismos. PERO, así y todo, podría sentir un choque cuando me cambian el escritor de una saga. Ese cambio es difícil que no sea perceptible. Y debo decir que, si bien David Lagercrantz no escribe (gracias a dios) como Stieg Larsson, esta entrega es sumamente buena. ¿Por qué digo «gracias a dios»? Porque si quisiera leer a Stieg Larsson escribiendo releería la trilogía original, maldita sea. No me gusta cuando un escritor copia el estilo del otro. Así que en ese aspecto, me alegra mucho leer en formato distinto, si se quiere, a personajes tan queridos como Lisbeth y Mikael. Hay otros personajes, claro está, pero ser ellos dos son el eje de estas historias. ¿Y me dicen que Stieg quería 10 libros? Si van a seguir siendo así de buenos y atrapantes, sacame 20 Cacho.

Volvamos a lo que nos compete. Lo que no te mata te hace más fuerte. Gran historia que mete inteligencia artificial, super computadoras, chicos con capacidades diferentes pero con mentes que sobrepasan el límite normal humano, traiciones, engaños, asesinatos, torturas. No puedo decir que en estas páginas haya la misma crudeza que en algunas de las entregas anteriores (y algunas fueron sumamente crudas) pero no dejan de tener su alma. Lisbeth sigue siendo una genia con las máquinas y, posiblemente, cosechó un factor humano un tantito más fuerte que antes. Quizá el tiempo la ablandó un ápice, quien sabe, pero sin rozar la exageración (porque Lisbeth es un personaje oscuro y socialmente imperfecto), podría decir que estamos ante una Lisbeth un poquito menos máquina. Mikael sigue siendo el periodista que lucha por su revista y hace lo posible por remontarla. Y la relación entre ellos, si bien sufrió unos cambios debido a lo que les pasó en el pasado, sigue estando ahí. Es inevitable. Una cosa del destino, diría yo.

Honestamente, empecé el libro con temor a que fuera una porquería. La trilogía original fue tan buena, la disfruté tanto, que temía encontrarme con cualquier cosa. Pero, por suerte, no fue así. Estoy muy aliviada y, por supuesto, feliz de volver a leer las andanzas de esta gente.
Más vale que ahora voy a esperar los siguientes. Y espero que no tarden mucho.

---
¿Cómo? ¿Que no leíste Millenium? ¿VOS QUERÉS QUE YO TE FAJE?

martes, 6 de octubre de 2015

Alzheimer

Creo que estoy al límite de lo que da mi cerebro.

Este año tuvo (y todavía falta) de todo. Fechas importantes, momentos en que me quise matar, mucha pena, mucha alegría. Y estos últimos meses me trae un casamiento (¡en un mes!), un viaje soñado y mucho, MUCHÍSIMO trabajo. DEMASIADO.

Me doy cuenta que estoy pasada porque ya no recuerdo nada. En general me pasa que alguna cosita me olvido. Algún llamado que anoté pero nunca avisé por distraída, algo que tenía que hacer y se me pasa, pavadas de la vida diaria. Pero estos días ya estoy en cualquiera. Me olvido de trabajos que me piden los clientes, hoy me llamó uno diciéndome "me re colgaste". Sí, te colgué chabón, me olvidé por completo de tu existencia y lo que tenía que hacer. Tengo que traer o llevar cosas a lo de mi vieja y lo recuerdo cuando llego a mi casa a la noche. Me olvido de ir al médico, esto ya es triste. Tengo que sacarme sangre y hacerme los análisis hace como tres meses y se me pasan las semanas sin que yo me de cuenta. Todavía vengo zafando con la facultad porque me obligo a entrar todos los lunes a ver qué hay que hacer. Mi nerda interior no me permite colgarme con eso (y además con lo que me hace doler el bolsillo, más vale darle duro).

Voy a tener que empezar a pegarme los post-it en la jeta, porque claramente tener un calendario donde anoto lo que tengo que hacer (VALE MIRARLO, CRIATURA ESTÚPIDA) o pegarme post-it en el monitor del trabajo no es suficiente.

Necesito vacaciones. En realidad, necesito que el teléfono deje de sonar y que los mails dejen de llegar. O no darles bola. DEJEMEN EN PAZ.

lunes, 5 de octubre de 2015

Enfermedades sociales

Nada más sencillo para admirar la inmundicia humana que sentarse a leer las redes sociales. Un ratito nada más eh, no se necesita mucho tiempo. Y así podés aprender un montón de cosas: cómo hacer un gorrito de lana usando un sweater viejo, que un perrito puede abrir la puerta y traerte las pantuflas, y que algunos de tus contactos sufren de la envidia mierdónica volante.

"¿Qué carajos es la envidia mierdónica volante?", se preguntarán ustedes. Oh, se trata de un mal muy sencillo que aqueja a muchas personas. Un virus, si se quiere. Una bruma de caca aromática que te ataca y te envenena el corazón. Una mierda, en resumen.

¿Cómo sé si yo tengo la envidia mierdónica volante? Bueno, es simple. Vas a notar que cuando algunas personas comparten situaciones de la vida que los hacen felices, te va a nacer una necesidad implacable de comentarle una pavada que nace de lo más oscuro de tu envidia. Entonces, en vez de decir algo como "qué bueno, me alegro por vos" vas a tirar otra cosa. Otra cosa oscura, maléfica y cargada de soretismo. En pocas palabras: sos un reventado.

Unos claros ejemplos de este mal:

Situación 1
Tu amigo se va a comer a un lugar lindo. Comparte una foto de la mesa, muy bonita ella, y una foto del plato que está por devorarse.

Comentarios de envidiosos detectados: 
"¿Y la dieta?"
"Nunca una ensaladita vos"

Situación 2
Tu amigo es modelo, no hace mucho, pero desde que empezó comparte fotos de sus campañas. El tipo (que vos lo conocés) lo hace porque está contento, porque para él es un logro. Es algo que quiere compartir.

Comentario de envidioso detectado:
"Che, ¿te estás quedando pelado?"

Situación 3
Tu amigo se fue de vacaciones. Capaz esa persona viaja seguido, capaz que no. El motivo que sea: no debería interesar. La cuestión es que esa persona viajó y quiere compartir sus experiencias mostrando fotos de los lugares que visitó.

Comentario de envidioso detectado:
"Che, como laburás eh, te la pasas viajando"
"¿No era que no tenías plata?"

------

Luchemos contra el mal de la envidia mierdónica volante. Salvemos al mundo de estos forros que no dejan vivir, y que tienen que tener el dedito listo para introducirlo donde nadie les pidió. SALVEMOLON, TE PIDO PARFAVAR.

viernes, 2 de octubre de 2015

No puedo usar anteojos de sol a la noche

Un día, al señor Domingo Faustino Sarmiento, se le ocurrió (entre tantas ideas pelotudas que tuvo) que la ciudad quedaría muy linda con sus veredas llenas de cierto arbolito conocido cariñosamente como plátano.
Este arbolito no sólo tiene unas raíces que levantan la vereda más jodida, sino que encima, sus semillitas van protegidas con una pelusa hedionda que genera una acción alérgica en ciertas personas.
OBVIO, soy una de ellas. No podría ser de otra manera.
Así que hace unos días estoy sufriendo como una condenada, porque no sólo estamos en primavera y la pelusa de la recalcada concha de su hermana nos saluda cada día, sino que encima hay un viento de la gran siete que las revuelve para todos lados.


Así vuelvo a casa todos los días

No podía poner un árbol de vereda que no jodiera este tipo. No. El tenía que elegir un árbol europeo, porque es re fashion tener cosas europeas en Buenos Aires gordi, un árbol que lo único que hace cuando llega la primavera es romper las pelotas. En la época en que uno está esperando, feliz, que los árboles florezcan y saquen sus hojitas nuevas para regocijarse la vista con el verde de la nueva vida (!), nos fumamos la mala idea de un gilastrún que desde el quinto infierno se nos caga de risa.


Ayyy qué lindos los platanitos, miren esos colores, ay la vida qué hermosa, qué feliz que soy.


Ohhh, las hojitas nuevas, el verde. Ay mirá, tiene bolitas, qué lindo arbolito.



LA PUTA QUE TE PARIÓ.

jueves, 1 de octubre de 2015

Literario

Este semestre empecé a cursar Literatura Inglesa (ya con ese nombre la amo), y esta semana tocaba elegir un poema inglés con el que nos sintiéramos identificados. La verdad es que de poesía en inglés sé poco y nada, de mi época de "poeta" (agregar muchas, muchísimas comas a esa barbaridad que acabo de decir) poco sabía sobre la poesía en general.
Pero recordé que sí hay un poema en inglés que me llegó al corazón la primera vez que lo leí, porque fue como si describiera un poco lo que fue, para mí, mi infancia. Mi paso hacia la adolescencia, y lo que me hizo esta persona que soy hoy.
Qué mejor forma de compartirlo que de la mano de Nemi, uno de mis personajes de internet favoritos.


From childhood's hour I have not been
As others were; I have not seen
As others saw; I could not bring
My passions from a common spring.
From the same source I have not taken
My sorrow; I could not awaken
My heart to joy at the same tone;
And all I loved, I loved alone.
Then- in my childhood, in the dawn
Of a most stormy life- was drawn
From every depth of good and ill
The mystery which binds me still:
From the torrent, or the fountain,
From the red cliff of the mountain,
From the sun that round me rolled
In its autumn tint of gold,
From the lightning in the sky
As it passed me flying by,
From the thunder and the storm,
And the cloud that took the form
(When the rest of Heaven was blue)
Of a demon in my view.

Por supuesto, acabo de subirlo para la tarea de esta semana. Un genio, el señor Poe.

martes, 15 de septiembre de 2015

ESG: Movie Scavenger Hunt

Fui nominada para responder estas preguntas por la querida Bella. Se lo dejo a doña Ave que es de las pocas que veo que actualizan seguido.

What is your favourite movie of all times? || ¿Cuál es tu película favorita de toda la vida?



Esa fue fácil. Es mi película favorita en el universo, sin lugar a dudas. Desde la primera vez que la vi siendo una pequeña zoquetita, jamás amé a otra como esta, ni lo voy a hacer. JAMÁS TE DIGO.

A movie you would watch at a first date. || Una película para ver en una primera cita.



No sé qué elegiría hoy para una primera cita porque no se me ocurre, pero esta fue la película que vi en la primer cita que tuve con mi novio. Recuerdo que estaba muy nerviosa, era la segunda vez que nos veíamos. Es una romántica muy linda, fue una buena elección para estar nerviosos y tontos los dos, jeje.

The last movie you have seen at the cinema. || La última película que viste en el cine.



El clan es una película argentina basada en la historia real de una familia de apellido Puccio, que secuestraban personas y las mataban. La verdad es que siento que la inflaron mucho por todos lados, PERO, tengo que decir que lo que tiene de excelente esta cinta es la sublime actuación de Guillermo Francella. Si no fuera por él quizá la película no estaría tan buena, el tipo se lleva todos los halagos. Personalmente es algo que me sorprendió mucho, porque el tipo de humor que hace Francella no me causa ni un pelo de gracia. Pero como actor de drama, lo banco de acá al infinito.

The most scary movie you have ever seen. || La película que más miedo te haya dado.



Adhiero por completo con mi querida amiga. The Conjuring no sólo me dio un miedo de la san puta, sino que es de las mejores películas de este estilo que vi en mucho tiempo. Toda esa batería de pelis sobre demonios y posesiones que viven saliendo no le hacen ni un poco de sombra. Maravillosa. Fui muy feliz (además de que me cagué toda) cuando la vi, porque ese tipo de cine, de espíritus, casas tomadas, posesiones y exorcismos está entre mis géneros favoritos, y llevaba mucho tiempo sin ver una de este estilo TAN buena.

A movie that disappointed you. || Una película que te decepcionó.



Creo que fue una de las pocas veces en la vida que quise irme del cine. ¡Qué decepción! Un asco esta película. Horribles las actuaciones, un embole de primera. Pero fue una decepción porque, en su momento, el trailer me había parecido fantástico. Contaba los días para su estreno. Cuando la vi, me quise matar.

A movie based on a series. || Una película basada en una serie.



La primer película de Bob Esponja es LO MÁS. En su momento la vi en el cine como tres veces. Por lo menos en aquel entonces todavía me respetaron el hecho de que si era un dibujito, su película tenía que ser un dibujito. Detesto sin medidas cuando toman un dibujito como este (y hay varios ejemplos) para sacar una película en animación 3d, como hicieron con la segunda película de estos. Lo deteeeeesto.

A movie that takes place in the past. || Una película que sucede en el pasado.



Ahhh, gran película. Se encuentra también entre mis favoritas. Un maravillosor de pies a cabeza, de principio a fin.

A movie that takes place in the future. || Una película que sucede en el futuro.



Por dios esta películaaaaaaaaaaa, qué maravilla. La fui a ver al cine y quedé sentada en el borde de la silla. Está bien igual que a mí este género me fascina, pero igual, GENIAL.

Your favourite Disney movie. || Tu película de Disney favorita.



Esta no fue fácil porque también me encanta La bella y la bestia, pero Pocahontas tiene un lugar especial en mi corazón. Me gusta toda, desde su historia a sus personajes. Y ni hablemos de la música de esta película, por favor. Un espectáculo.

A movie you fell asleep while you were watching it. || Una película con la que te quedaste dormida.



Nos quedamos dormidas con la misma, Bella. Todo bien, pero es un embole esta película.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Literario

Entre tanto cuelgue por tantas cosas que pasaron, recién hace unos días pude terminar este libro, el primero de la saga de Hannibal Lecter.

En Dragón rojo tampoco tenemos de protagonista principal al genial Hannibal Lecter (sé que es enfermizo decirle genial a un asesino... pero, vamos, ¡el tipo es genial!), de hecho, tiene menos presencia que en primero que leí (El silencio de los inocentes). No obstante, es una muy buena historia.
En esta oportunidad, el asesino principal es uno a quien llaman The Tooth Fairy (el hada de los dientes), porque deja siempre en sus víctimas unas marcas de dientes muy características. Luego tendrá como sobrenombre el título del libro, no les voy a contar por qué, obvio. Aunque muchos de ustedes posiblemente hayan visto ya la película.
Lo mejor de esta historia, otra vez, es como van llegando de a poquito a resolver el misterio del asesino. Y algo que me sigue gustando mucho de este escritor (lo he visto en otros libros de otros escritores, pero bueno, en este caso ya van dos y lo repite); es que al mismo tiempo que te pone en la piel de los policías que están buscando al asesino del que no saben mucho, te pone en la piel del asesino. Es genial y un tanto desesperante ser espectador de las dos historias al mismo tiempo y, para el género policial, me parece muy interesante. Esa cosa de estar en varios lados a la vez quizá parecería que le quita el factor sorpresa; pero, así y todo, el tipo sabe cómo engancharte con la historia para que quieras seguir leyendo hasta el final.
Lecter, como les decía, tiene poca presencia en este tomo. En una línea de tiempo, este libro está situado inmediatamente después de que Hannibal es encarcelado. Su captor, Will Graham, se retira y se va a descansar con su familia. Pero cuando aparece este asesino nuevo, el FBI acudirá a Will para pedirle que ayude en el caso.
Otra muy buena obra de este señor, que debería haber leído primero pero por cosas de la vida lo leo en segundo lugar. Creo que, de seguir así, estoy en presencia de una saga policial fascinante. No por nada recibió tantísimos premios por todos lados.
Próximamente los dos que me quedan, aunque ahora me tomo un corto descanso de Lecter (sólo porque cayó en mis manos la cuarta entrega de la saga Millenium, así que no pude evitar empezarla).

¡Lean a Thomas Harris! ¡Es genial!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Un día en el dotor

Desde que tengo otra obra social, gracias a novio, ya no me codeo con los rascosos de la obra social de los comerciantes. Y lo que veo muy seguido son señoras BIEN.
Hoy me tocó ir a hacerme unas ecografías a recoleta (racalata, boloh), y había unas tremebundas. TREMEBUNDAS, TE DIGO.

Las señoras BIEN no pueden esperar. Entran al consultorio con su ropa arreglada, sus pañuelos de cuello combinando con su pelo y maquillaje. Anteojos de sol aunque no sólo afuera está lloviendo, sino que adentro no se ve nada como para que tenga sentido su uso. La señora BIEN te inunda con su perfume caro que, seguramente, no compra en cuotas como vos; y saca su numerito para que la atiendan. Pero ella no puede esperar. No, ella se para en el medio de la recepción, en pose para que las otras señoras la admiren y cuchicheen. A ella no le interesa el número que tiene en la mano, ella tiene que ser atendida YA, porque es muy paqueta. Tiene más derecho que vos a estar ahí. Vos sos una inmundicia, una escoria de la sociedad donde ella habita.

Llaman al 99, mi número, y este espécimen pretende aproximarse a la recepcionista, ya liberada, que me estaba llamando. Con un grácil movimiento de cadera la esquivo y le paso bien por adelante de la jeta, haciendo que me atiendan (como corresponde), mientras ella se queda quieta, sin entender qué sucedió.

La señora BIEN no puede creer que la mugrienta haya pasado antes que ella. Oh, no. La señora bien no sabe qué hacer. Mientras se queda con esa cara estirada de monga, vuelvo a tomar asiento y espero a que me llamen para el estudio. Cuando le toca a ella, la sorpresa le dura, porque tarda unos instantes en darse cuenta que 00 es su número, porque claro, NUNCA LO MIRÓ. ¿Cómo va a mirar el número? ¡A ella la tienen que atender sha mismo!

Ay, señora. Ay señora con su pelo rojo teñido, sus zapatos de taco, y su carterita a tono de pelo y maquillaje. AY ¡Cáguese por forra!

martes, 8 de septiembre de 2015

Wake me up...

Hasta que llegó septiembre.

Los exámenes finales pasaron con buenas notas en ambos dos, acercándome un poquito más a ese hermoso título. Fueron unas semanas muy agotadoras y, debo decir, no sé qué tan buena idea fue rendir las dos materias más jodidas del año el mismo día. Me dejaron, literalmente, arruinada del cerebro. Pero bueno, todo salió bien al final, ¿no?

La mudanza también llegó a fin de mes, otra locura más. Cajas, cajas, cajas y más cajas. Al día de hoy ya puedo decir que está *casi* todo en orden (falta el detalle de que la compañía de internet no me da bola al horario que le quiero imponer, que no es capricho, sino que el vecino que tiene acceso a la terraza no está en casi todo el día), hasta Gala ya se siente como en su casa. La nueva casa es un poco más chica en algunas cosas pero mucho más linda, tengo más mesada que me pide a gritos una pizza casera, el patio tiene luz (y ya se está llenando de plantas) y, al estar más lejos de la calle por ser interno, estando acá todo el día escucho más que nada ruido de pajaritos. For real. Y el baño es tan lindo que lloraría. LLORARÍA, TE DIGO.

Agosto fue un mes muy explotado, me agoté demasiado. Arranqué septiembre llena de trabajo (atrasado más que nada, en parte por la mudanza y en parte por la falta de internet), pero relajada en el aspecto hogareño y estudiantil. Esta casa me gusta. Espero que nos quedemos acá por un buen tiempo.

Pros:
  • No se llueve nada adentro de la casa cuando está lloviendo (corroborado ayer, de hecho jamás nos enteramos que llovía).
  • El baño tiene bañera y no un engendro de satanás mezcla de ducha con azulejo (un horror el anterior).
  • La mesa ahora tiene su lugar como mesa, y la usamos todos los días. COMO MESA. Ya no es el porta chirimbolos y ropa cuando entramos, encontró su lugar en el mundo.
  • La ubicación de ciertos negocios esenciales (un chino que vende comida al peso a una cuadra de distancia, el supermercado gigante en el mismo lugar, una carnicería/granja a la vuelta (para los carnívoros de la casa).
  • Entra una luz increíble todo el santo día.
  • Los colores: un par de paredes están pintadas de rojo, la mesada de la cocina es negra (NEGRA, me encanta).
  • La existencia de un placard extra entre la habitación y el baño, el cual solucionó mi vida para siempre. Tengo ahí desde el horno eléctrico a la bolsa de comida de Gala, las cosas de limpieza, las carteras colgadas en un barral. Es lo mejor de lo mejor, ya no tengo nada tirado a la vista, y pude aprovechar el pequeño placard de la pieza (es chico en serio el jueputa) para la ropa nada más.
  • Mi vecina tiene un jazmín chino en el balcón que tira sus flores a mi patio, y me llena de olor cada vez que entro o salgo. Va ser una linda forma de avisar que llega la primavera cada año.
  • Tengo la excusa perfecta para tener muchas plantas, en el patio del depto anterior no había luz nunca y se me morían todas. Ahora ya tengo un macetero largo con alegrías del hogar, y se vienen más. ¡Y se viene la mesita con sillas para almuerzos de verano!
Contras:
  • No tengo internet todavía.
Pondría como contra "hay muchos niños en el edificio" pero la realidad es que son unos santos. Apenas los escucho, y en cuanto se apaga el sol y llega la noche parecería que todos se duermen. Es mágico, el reloj marca las 9 de la noche y ya no escucho a ninguno. Y hay muchos DE VERDAD.

All in all, debo decir que estoy muy contenta con el cambio. Vino bien el cambio de aire. Lo estábamos necesitando.

lunes, 17 de agosto de 2015

De esos agostos tremebundos

Agosto me tiene a las corridas.
En una semana, dos exámenes finales juntitos. Sí, rendir uno por día no fue una opción, culpa de cierta mudanza. Y respecto a esa mudanza, me tiene la casa llena de cajas. Algunas ya llenas, pero la mayoría todavía esperando.
Tratando de vender algunos muebles que no quiero llevarme y buscando uno nuevo para comprar.
Practicando incansablemente análisis sintáctico.
Remando con tres cursos en los que me anoté, porque no me alcanza con enloquecer con la facultad, no señor. La señora tiene que anotarse en cuanto curso encuentra.
Con dos semanas de lluvias interminables a cuestas, lo que dejaron marcas imborrables de aburrimiento y baldes/toallas/tuppers (nunca se llovió tanto este departamento).
Buscando el tiempo libre para leer, pero recién voy por la mitad del libro Dragón rojo.
Enganchada con un juego de rol online (Skyforge) pero al que puedo darle afecto sólo un ratito los fines de semana.
Agotada con este trabajo, me vienen tocando todos clientes difíciles.
Harta de la gente en general.

Pero sólo queda la mitad de este mes infecto. Dos semanitas más y, por lo menos, ya tendré menos para estudiar y una casa nueva.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Tachando días

[modo cursi: ON]

3 meses.

TRES.

F E L I C I D A D

[modo cursi: off]

jueves, 30 de julio de 2015

Literario

Un día, revisando entre libros viejos en una de esas librerías de la calle Corrientes, me encontré esta joyita. La película, que contaba entre otros con la fabulosa actuación de Anthony Hopkins, siempre me pareció un policial buenísimo. Había que darle la chance al libro.

Este libro forma parte de una saga de 4 y, de hecho, es el segundo de la misma. El primero es Dragón rojo, pero bueno, yo conseguí este así que arranqué por acá. En este ya está presentado (y encarcelado) el doctor Hannibal Lecter, un psiquiatra acusado de canibalismo, que a pesar de que en la saga tiene una importancia central, en este libro actúa más bien un consejero. Claramente no deja de ser un personaje de peso, con más de una situación interesante en la historia. El criminal central de esta ocasión es un hombre conocido como Buffalo Bill, que además de matar mujeres les saca la piel. ¿Para qué? Ah, de eso nos vamos a enterar con el correr de las páginas.
Para encontrar a este hombre del que nada conocen, el FBI va a utilizar la ayuda de una estudiante, Clarice Starling, quien ya dentro de la academia es conocida por sus buenas habilidades.
Tras unos encuentros con Hannibal donde Clarice intentará obtener algunas pistas para atrapar al asesino, de a poco se le irá abriendo el panorama, sintiendo la presión de la nueva victima secuestrada (la hija de una importante senadora). Saben que les queda poco tiempo. Hannibal no será una persona fácil con la que tratar, reacio a cooperar sin pedir nada a cambio, ya que para responder preguntas comienza a indagar en la vida privada de Clarice, quien le terminará contando varias cosas que le sucedieron cuando era joven.
Al mismo tiempo, en el libro iremos viendo un poco la vida de este asesino, de Buffalo Bill, dónde vive, qué hace con sus víctimas, sus retorcidos movimientos. El asesino no es desconocido hasta el final del libro como pasa a veces en este género sino que lo interesante en este caso es como la policía llega hasta él, pero nosotros, espectadores, ya conocemos todo desde el vamos.

El libro me pareció genial. Y la película es una buena adaptación, de hecho, Hopkins encarnando a Lecter es simplemente maravilloso. Mientras lo iba leyendo era inevitable recordar esa cara de loco y la perfección de su actuación. Un genio.

Ahora me queda leer el resto de la saga, para seguir internándome en la mente de este retorcido asesino, que disfruta comer partes humanas.

miércoles, 22 de julio de 2015

Recetario veggie!

El tofu es algo que, bien cocinado, puede resultar exquisito. Ya les compartí una vez una receta de brochettes de tofu que es una delicia y, buscando algo nuevo, me topé con este plato que realmente es una exquisitez.

Tofu glaseado con puré de zanahorias

Ingredientes
1 bloque de tofu
1/2 kg de zanahorias
Aceite de oliva
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de vino blanco
salsa de soja
1 cucharada de mostaza
Sal y pimienta a gusto

Preparación
Por un lado vamos a preparar el puré de zanahorias. Yo hice eso primero y lo dejé dentro de la procesadora, no se enfrío mucho. Pero se le puede dar un golpecito de microondas o calentarlo a baño maría después, si les gusta bien calentito. Es sencillo, primero hay que cocinar las zanahorias hasta que estén blandas (yo las corté en pedacitos chiquitos así tardaba menos). Después, hay que procesarlas junto con la cucharada de mostaza, sal, pimienta y un chorrito de aceite de olvida. No es broma: este puré es simplemente exquisito.


Luego el tofu. Lo cortamos en rectángulos de 1 cm de espesor. En una sartén bien caliente con unas cucharadas de aceite de oliva, doramos a fuego bajo ambas caras de este tofu. Cuando esté dorado, retiramos el exceso de aceite y agregamos las dos cucharadas de azúcar. También subimos el fuego en este paso.


Removemos un poquito, y luego agregamos las dos cucharadas de vino blanco (yo no tenía y usé dos cucharadas de oporto, quedó increíble). Cuando el alcohol se evapora, agregamos dos cucharadas generosas de salsa de soja y dejamos reducir.


En la receta también acompañaban este plato con un poco de arroz yamaní y hongos salteados, pero como yo quería comer más puré, directamente serví estos bloques de tofu con el purecito. Les aseguro que es una delicia.


¡Provechito!

domingo, 12 de julio de 2015

I heart you

Hace casi 4 años que Atena no vive en este plano. Todavía de vez en cuando la siento, en algún vientito, en algún movimiento en la casa de mis viejos. Su recuerdo está intacto en mi memoria, va a formar parte de mí para siempre.


Cuando la cremamos, enterré sus cenizas abajo de estos arbustos (unas Abelias). En ese sector, antes que arreglaran la plaza, solían jugar a la pelota los chicos. Mirarlos (o mirar fijamente la pelota, más bien) era una de sus actividades favoritas cuando íbamos a pasear. Me pareció el lugar más indicado para ella y, por suerte, con la renovación no tocaron esos arbustos. Lo único que ahora tienen extra es una buena cantidad de césped, algo que también disfrutaba mucho.

No estoy muy a favor de enterrar a alguien en un cementerio, siempre pensé que no hace falta una excusa para recordar a alguien ni un sitio específico para ir a dejarle algo. Es como que los siento impersonales, no significan nada, simplemente es un lugar diseñado con ese fin. Pero este espacio que elegimos para ella me parece perfecto, y aunque no necesito una excusa para recordarla (porque la recuerdo siempre), es inevitable pasar por ahí y no recordarla. Ahora que es invierno sólo caen hojitas, pero para cuando llega la primavera y la Pezuña de vaca vuelve a florecer, aprovecho esas hermosas flores que caen casi intactas al suelo y le llevo alguna. 

Será extraño y difícil de explicar, pero cada vez que paso por ahí, se me quiere piantar un lagrimón. Como si una pequeña parte de su presencia hubiera quedado flotando ahí mismo, esperando ver alguna pelotita.

martes, 7 de julio de 2015

Literario

Tras terminar la tercera temporada de la serie de mismo nombre, me entraron ganas de leer el libro, para ver si era como decían (que ya esta temporada se había alejado de la historia principal). Además, nunca había leído una biografía sobre alguien que haya vivido en prisión, así que me pareció una buena oportunidad.

Orange is the New Black es la historia de Piper Kerman, una mujer que por culpa de unos errores en su pasado (mezclarse con la mujer equivocada y terminar siendo cómplice de tráfico de drogas), cuando tiene más o menos su vida encaminada se entera que la delataron y que tiene que pasar un tiempo en la cárcel. Lo principal de la historia va a ser su supervivencia en esos 15 meses dentro de la prisión, las personas que conoce, las amigas que hace, los lazos, las anécdotas. No se trata de un lugar de esos que solemos ver en las películas donde hay celdas y los prisioneros están encerrados tras las rejas todo el tiempo, con un inodoro triste al lado de la cama; sino que es un espacio amplio, donde se dividió todo en cubículos (y en "barrios", para hispanas, afroamericanas, etc) y las presas mal que mal comparten casi todos los espacios disponibles.
Durante su estadía en prisión Piper conoce un sinfín de personajes, algunas mujeres muy buenas, pero en líneas generales no la pasa mal. Obvio que no se puede decir tampoco que la pasa bien, porque después de todo está privada de su libertad, pero dentro de todo se podría decir que la saca barata con el grupo humano que le toca.
El libro está bien, es entretenido, interesante desde el punto de vista de la persona a la que le tocó vivir todo eso. No es lo mejor que leí en mi vida pero se deja leer, para pasar el rato está bueno.
Pero, ¿qué es lo que hace tan especial esta historia? Que el genio (o genia) que se avivó de que era material televisivo merece un aplauso de pie. La historia en sí, así como está contada, no dice mucho para una serie. Creo que hasta se podría decir que sería un poquito aburrida. Pero la reformaron mucho, metieron personajes inolvidables, armaron varios nudos (que en el libro no existen) y crearon tantas situaciones inspirándose en la historia de Piper que la serie terminó siendo una maravilla. Tiene una cuarta (y última) temporada anunciada para el año que viene, y sus temporada anteriores son geniales. Muy buen trabajo de "inspiración", creo que es de esos pocos ejemplos que tengo donde la serie o película supera el libro.

De todas maneras, lo recomiendo, cuando uno está cansado de leer cosas densas y quiere algo tranquilo, esta es una muy buena opción.

lunes, 6 de julio de 2015

El vampiro

Muchas veces me han comentado de personas que absorben energía y te dejan sin ganas de nada, y si bien lo podía entender, no sabía realmente lo que significaba. La magnitud de conocer a alguien de esa calaña. Hasta que, claro, me pasó hace dos semanas.

Un tipo vino recomendado porque necesitaba que le dibujaran planos, y mi nombre surgió en la conversación. Quedamos en vernos en un barcito acá cerca. Ya de entrada no me copó su onda "viejito dandy que se cree ganador". Cuando se enteró lo que yo hacía, en vez de sólo planos quiso que le haga todos los trámites completos. Y ahí empezaron los problemas. Este vampiro chupa sangre peca, entre otras cosas, de miserable ratón. Le pasé presupuestos y me los peleó todos. Y no estamos hablando de unas barbaridades, de hecho, entre mis conocidos suelen decirme que cobro poco. No me gustó la regateada, pero entre su «Ay, es que ya los presupuesté» y el hecho de que necesito cada centavo para fin de año, acepté. PARA QUÉ.

Por empezar, me llamaba a cualquier hora, todo el día. Me exigía que me apurara. Una vez nos teníamos que encontrar a las 11:00, y a las 10:59 (posta) ya me estaba llamando. Y cuando le dije lo que cobraba me tiró un «vos debes estar llena de guita». Sí chabón, por eso pago alquiler de un departamento que se me llueve. Porque soy rica.

Entre estas cosas y otras drenó mi energía, y me dejó de cama. Fue increíble, jamás había vivido nada semejante. Una persona tan molesta, tan chupa onda, que me terminó dejando hecha un harapo deprimido y sin ganas de salir a trabajar. ¡Horrible! Ahora entiendo más a todos los que alguna vez me dijeron que se cruzaron con alguien así. Y de cama posta eh, una gripe galopante y todavía una tos que no se me quiere ir.

A la tercera vez que nos juntamos le dije que le armo estos trámites que ya le había aceptado, pero que no le hago más nada. Ni por todo el oro del mundo me voy a fumar a un flaco tan desgastante. Por algo trabajo por mi cuenta, para no aceptar exigencias y pelotudeces de nadie.

Al final, conocí un vampiro.

jueves, 18 de junio de 2015

Literario

Estaba contando los días para empezar este libro. Desde que me enteré que salía, anduve pispeando las librerías, esperándolo con ansias, hasta que por fin llegó a mis manos. Sí, Isabel Allende, mi maravillosa creadora de mágicas historias, que nunca me decepciona. Claro que algunos de sus libros me gustan más que otros, pero la verdad no leí nada de ella que no me gustara.

Y claro, esta no es la excepción. Al contrario.
El amante japonés fue un libro que me enganchó desde la primer página. No, no es un libro erótico, si buscaban algo de eso van por el camino equivocado, que el título no los engañe. Es una historia sobre un amor eterno, un amor de esos que nunca debería haber comenzado, que unió a dos personas muy distintas cuya cosa en común fue, justamente, una pasión que rompió todas las barreras, incluyendo la del tiempo.
Alma Belasco, una señora mayor, se traslada a vivir a la residencia de ancianos Lark House, donde conocerá entre otras personas a Irina Bazili, quien será su compañía en esta etapa de su vida en la que ya no es fácil estar en todo, y menos hacerlo solo. El nieto de Alma, Seth, se propone escribir un libro sobre la familia, por lo que recurrirá a la memoria y los recuerdos de Alma, entre los que aparecerá su antiguo amor: Ichimei. Alma irá desentrañando todo lo que lleva en su memoria, y otro poco Irina y Seth lo descubrirán por sus propios medios; pero de cualquier manera terminarán topándose con una increíble historia de amor que comenzó a muy temprana edad y que no conoce vejez ni fin.

De los últimos que escribió Isabel (El cuaderno de Maya en 2011, El juego de Ripper en 2014 y este que está recién salidito del horno) debo decir que es el que más me gustó. Y «gustó» no describe lo que me hizo sentir, me fascinó. Atrapa con las palabras, te deja con ganas, querés saber más sobre la historia de la familia Belasco y de cada uno de los personajes que aparecen, porque todos tienen un pasado y una historia que contar. Algunos te sorprenden y no los esperas, con secretos oscuros que cuando salen a la luz te dejan sorprendido. Es una máquina de generar sentimientos. Alegría, calidez, pena. No voy a mentirles, a mí me hizo lagrimear un poco.

Hace dos días que lo terminé y estoy tratando de recuperarme del shock emocional. Cuando me faltaban 60 páginas lo dejé un poco, porque me imaginaba la tristeza que me iba a generar cuando se terminara. Fue tanto lo que lo disfruté, que temí ese final que me dejaría la hermosa sensación de satisfacción que casi siempre ella me regala en sus palabras escritas. No quería llegar.
Un muy, pero muy maravilloso libro. Recomendable sin dudas. Y si aun no leyeron nada de esta autora, es una muy buena forma de empezar.

Mi parte favorita:

«Todos nacemos felices. Por el camino se nos ensucia la vida, pero podemos limpiarla. La felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como el placer o la alegría. Es silenciosa, tranquila, suave, es un estado interno de satisfacción que empieza por amarse a sí mismo».

Ya te extraño, Isabel. ¿Hasta cuando tengo que esperar ahora?

lunes, 8 de junio de 2015

Heads-up

¿Alguna vez fueron conscientes de que en cualquier momento van a explotar? Es difícil de expresarlo con palabras, pero a mí a veces me pasa que puedo precisar el instante en que mi mente me está pidiendo por favor que pare. Que pare de mandarle información, que pare de pensar tanto todo, que pare de hacerme mala sangre. Es un instante, algunas veces advertido con un comienzo de esos dolores de cabeza horribles, otras con algo que se siente diferente.

Este año es un año muy estresante. Me estoy por casar, estamos juntando plata para el viaje, lo cual me lleva a desesperarme cuando estoy llegando a mitad de mes y mi sueldo no crece (para los que no saben, trabajo por cuenta propia, y no es que todos los meses hay una fecha en que tengo X dinero depositado, depende de la cantidad de clientes que llamaron). En mi familia las enfermedades no dejan de aparecer, mi abuela estuvo cinco meses en cama por una fractura de tobillo, mi papá estuvo en tratamiento de nuevo por su cáncer, luego se operó de la vista. Un familiar cercano tuvo toda la intención de hacerle juicio a mi mamá (finalmente no lo hizo, pero le sacó unos buenos pesos). Me tengo que mudar y no lo esperaba. Y así, otras cosas.

Me doy cuenta de cosas que hago mal y no ayudaron a impedir esos momentos en que siento que voy a enloquecer. Dejé de ir al gimnasio unos 4 meses con toda la intención de ejercitar por mi cuenta, pero no es lo mismo. Retomé el sábado y lo disfruté tanto (a pesar del inesperado y poco feliz gasto monetario), hoy me duelen hasta las costillas cuando me ato los cordones, pero qué más da. Me desenchufé. Noto que cuando tengo un tiempo al pedo, en vez de hacer algo que me desconecto, me conecto. Me pongo a ver facebook, por ejemplo, y no me saca del momento. A veces, lo contrario. En vez de ver una serie, leer un libro o jugar a la play, absorbo más problemas virtuales.

Necesito relajarme. Bajar un cambio. Esos momentos claros en que mi cerebro se da cuenta del problema y me avisa, no quiero sentirlos tan seguido. En lo posible, no quiero sentirlos más.

No, el yoga no va conmigo. Mejor dejame con un buen juego de tiros o un libro sobre magia.